Heineken Brasil anunció que su marca brasileña de agua enlatada, Mamba Water, se servirá en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém. En colaboración con el gobierno federal de Brasil, la compañía donará 1,5 millones de latas de Mamba Water a los participantes de la Zona Azul de la COP30, el espacio protegido clave para las negociaciones y decisiones climáticas globales. Esta es la primera vez que una Zona Azul de la COP ofrecerá a los delegados agua en latas de aluminio, en un esfuerzo conjunto para gestionar el fin de la vida útil de las latas y reintroducirlas en la cadena de valor.
La iniciativa es posible gracias a Heineken Spin (el ecosistema de impacto social de Heineken Brasil) y a la colaboración con socios como Ball Corporation, Novelis, Volkswagen Truck & Bus, Reaqt Water Technologies y la ciudad de Belém. Las latas vacías se recolectarán, se transportarán a una planta de reciclaje, se fundirán y se transformarán en papel de aluminio nuevo para reincorporarse a la cadena de valor.
Mauro Homen, Director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Heineken Brasil, afirmó que esta medida pone de relieve el enfoque de Heineken en las alianzas sostenibles y la innovación orientada a objetivos. Destacó que los proyectos locales de la compañía en los estados de Belém y Pará —desde el acceso al agua y la reforestación hasta las energías renovables y las inversiones culturales locales— se alinean con su estrategia global "Crear un Mundo Mejor" y apoyan el crecimiento sostenible.
Más allá de la COP30, Heineken Brasil tiene proyectos de sostenibilidad en curso en Belém y Pará: instalando estaciones de tratamiento de agua para proporcionar más de 20 millones de litros de agua potable a familias marginadas; asociándose con Belém para crear un microbosque urbano con más de 1.000 plántulas de 35 especies amazónicas (para reducir las temperaturas locales, aumentar la humedad y retener el agua de lluvia); expandiendo su Programa de Energía Verde para suministrar energía renovable a empresas y hogares locales; e invirtiendo en la cultura local (por ejemplo, restaurando Casa Dourada) y en la capacitación de jóvenes (en producción audiovisual e inteligencia artificial).
Estos esfuerzos reflejan la estrategia global de Heineken “Crear un mundo mejor”, que combina la acción ambiental, la responsabilidad social y el compromiso de la comunidad para generar un impacto duradero.