Todo comienza con lingotes de aluminio, que se derriten en un horno. El aluminio fundido se enrolla en láminas delgadas. Estas hojas se cortan en discos circulares, que son el punto de partida para el proceso de fabricación de lata. Los discos se forman en latas a través de una serie de operaciones profundas: dibujo y planchado. Este proceso le da a la lata su forma y fuerza característica.
Después de que se forma la forma básica, las latas están recubiertas con una capa protectora para evitar la corrosión y proporcionar una superficie para la impresión. El proceso de impresión agrega información de marca y producto a las latas. Finalmente, las latas se inspeccionan para el control de calidad antes de ser enviados a los fabricantes de bebidas para el llenado.
Este complejo proceso de fabricación asegura que las latas de bebidas de aluminio no solo sean funcionales sino también visualmente atractivas.