Latas de hojalata para alimentos destacan como envases robustos, seguros y altamente reciclables, en fuerte alineación con el nuevo Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR) de la UE que entró en vigor el 11 de febrero de 2025, con normas vinculantes a partir del 12 de agosto de 2026. El PPWR tiene como objetivo reducir los residuos de envases, impulsar la reciclabilidad y fortalecer la economía circular de Europa, centrándose en los requisitos de reciclabilidad.
A partir de 2030, introduce un sistema de clasificación de reciclaje de tres grados (A: ≥95%, B: ≥80%, C: ≥70%), prohibiendo los envases con una reciclabilidad inferior al 80% a partir de 2038. También establece cuotas de reciclaje: 65% para todos los envases a finales de 2025, con objetivos específicos para cada material (por ejemplo, 70% para hojalata/vidrio, aumentando entre 5 y 10 puntos para 2030).
La hojalata destaca en este aspecto: su reciclabilidad supera el 95 % (Grado A), y la tasa actual de reciclaje del 82 % de la UE ya supera el objetivo del 70 % y los objetivos para 2030. Permite el reciclaje múltiple sin pérdida de calidad, gracias a sus propiedades magnéticas que facilitan la clasificación. El reciclaje de hojalata ahorra recursos y energía: reciclar una tonelada de chatarra de acero ahorra 1,6 toneladas de mineral de hierro, 0,65 toneladas de carbón y reduce el consumo de energía hasta en un 70 % en comparación con la producción primaria.
thyssenkrupp Rasselstein destaca innovaciones como el acero bluemint®, que reduce las emisiones de CO₂ hasta en un 69 % durante la producción. Campañas como la de Metal Packaging Europe en Italia conciencian sobre los beneficios de la hojalata: reducción del desperdicio de alimentos, mayor vida útil y sostenibilidad. Estas iniciativas destacan el papel de la hojalata como solución líder de envasado circular, que combina la fiabilidad con las exigencias modernas de sostenibilidad.